México mantiene acciones para evitar la entrada de PPA al país

En su último reporte sobre el avance de la peste porcina africana (PPA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), destacó que desde 2018 cerca de cinco millones de cerdos murieron o fueron sacrificados al estar infectados por el virus. Los países más afectados han sido Camboya, China, República Popular Democrática de Corea, República Democrática Popular Lao, Mongolia y Vietnam.

A pesar de que no se han registrado casos de esta enfermedad en la industria porcícola nacional, desde antes del inicio de la pandemia por la Covid-19, los procesadores mexicanos empezaron a acumular altos inventarios, por temor a los efectos de la PPA en China y un aumentos en el costo del financiamiento y de la prima de riesgo, además algunas inversiones se detuvieron.

Por ello, para todos los actores involucrados en la producción y transformación del cerdo, cada una de las medidas posibles es prioritaria para impedir la introducción y propagación de la enfermedad, ya que hasta ahora no existe una vacuna contra el virus que la provoca.

Hace unos días, nuestro presidente Jorge Martínez Carrillo, entrevistó a Heriberto Hernández Cárdenas, Presidente de la Organización de Porcicultores Mexicanos (OPORMEX), y unos de los temas abordados fue la PPA. El empresario informó que desde el comienzo del segundo brote en China, la industria nacional ha trabajado de la mano con las autoridades para implementar en conjunto algunas acciones que minimicen la llegada del virus a México.

Por ejemplo, se aumentó la vigilancia en los aeropuertos y se sumaron 30 inspectores aunados a los ya establecidos por el gobierno, para poder colocarlos en fronteras y puertos, asimismo mantienen un trabajo de promoción entre pequeños y medianos productores de cerdo para incentivar la notificación del primer caso que sea detectado. Quien lo reporte recibirá una gratificación económica.

También se hizo hincapié en que las Penínsulas son las zonas de mayor riesgo en el país y es en donde se están focalizando más los esfuerzos para minimizar el riesgo de entrada de la enfermedad. Aun así, la porcicultura mexicana trabaja junto con la autoridad para establecer un plan de acción de detección y sacrificio, en caso de registrar animales infectados con este virus.

El propósito de todas estas medidas es proteger a la industria porcina mexicana, que representa alrededor de 16.4% de la producción pecuaria, con 1.7 millones de toneladas de carne al año, para las cuales, se requerirán 6.3 millones de toneladas de alimento balanceado.

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